Hace unos meses, ni siquiera había levantado una barra. Pero durante mi estancia en la Clínica Buchinger Wilhelmi, escuché una conferencia que cambió mi vida, impartida por Felipe Isidro, profesor de educación física y CEO de Physical Exercise & Health Consulting. Ese día, todo cambió para mí.
Isidro comenzó preguntando: "¿Quién aquí hace ejercicio?". Aclaró: "Cuando digo 'hacer ejercicio', no me refiero a actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o cargar la compra. Hablo de ejercicio planificado y programado. Lo pregunto porque 7 de cada 10 personas no lo hacen, es decir, el 70% de la población".
Por supuesto, cualquier movimiento es mejor que ninguno. "Pero no se obtienen los mismos beneficios que con el ejercicio estructurado", explicó Isidro. "El mejor enfoque es combinar ambos: mantenerse activo en la vida diaria y también reservar tiempo para entrenamientos focalizados. En un mundo que nos incentiva a movernos menos —con coches, ascensores y escaleras mecánicas—, nuestro objetivo debería ser ejercitarnos, especialmente mediante el entrenamiento de fuerza".
Entrenar para la longevidad, no para perder peso
Hasta entonces, yo solo veía el ejercicio como una forma de perder peso y lucir mejor en mi ropa. Aunque puede ayudar en eso, Isidro me mostró que lo que realmente importa es mantener nuestros músculos y mitocondrias saludables el mayor tiempo posible. "Las mitocondrias son como pequeñas baterías que producen energía y afectan nuestra vitalidad", dijo. "Cuando funcionan bien, nos sentimos fuertes; cuando declinan, nos sentimos cansados. También se vuelve más difícil quemar grasa, incluso cuando hacemos dieta. La grasa no solo se acumula bajo la piel, puede depositarse en órganos, vísceras e incluso dentro de los músculos".
No hay una píldora mágica para esto. La única forma comprobada de mejorar la función mitocondrial es el ejercicio, particularmente el entrenamiento de fuerza. Así como la batería de un teléfono nuevo aguanta horas pero se debilita con el tiempo, nuestras mitocondrias hacen lo mismo al envejecer. Podemos despertar con energía pero sentirnos agotados a media mañana. Por eso necesitamos mantener nuestras mitocondrias en buen estado.
Fibras musculares rápidas y lentas
Los músculos contienen fibras de contracción lenta, que manejan actividades de resistencia como caminar, y fibras de contracción rápida, cruciales para la potencia y velocidad. Al envejecer, las fibras rápidas son las primeras en deteriorarse. "Caminar desarrolla resistencia, pero no previene la pérdida de fibras rápidas", señaló Isidro. "Sin entrenamiento de fuerza, te vuelves más lento. Vemos esto en adultos mayores que dan pasos cortos porque han perdido esas fibras. El entrenamiento de fuerza es la única forma de preservarlas".
Añadió: "Construimos músculo hasta los 25 años, lo mantenemos hasta los 35 y luego empezamos a perderlo gradualmente, acelerándose después de los 50 y aún más a los 65. Algunas personas en sus 70s que entrenan a diario tienen la fuerza de personas sedentarias en sus 40s o 50s, demostrando que este hábito puede restar hasta 20 años a tu edad biológica".
Después de todo, si no lo usas, lo pierdes. Esto aplica no solo al músculo, sino también a la densidad ósea, el sistema respiratorio y el suelo pélvico. El ejercicio regular también mejora el sueño profundo (fase no REM), que tiende a disminuir con la edad. Periodos más largos de sueño profundo se vinculan con un envejecimiento más saludable y gradual. "El entrenamiento de fuerza es una inversión en tu salud futura", enfatizó Isidro. "Reduce la ansiedad y te hace sentir mejor en general. En verdad, un cuerpo sano es un cuerpo perfecto".
La cantidad adecuada de entrenamiento de fuerza
Así como el agua es esencial pero demasiada puede ahogarte, el entrenamiento de fuerza requiere equilibrio. No se trata de excederse, sino de hacerlo correctamente. Según Isidro, el enfoque ideal implica pocas repeticiones, mucho tiempo de recuperación y, crucialmente, evitar el agotamiento. Muchos creen que si no se sienten cansados, no han entrenado bien, pero es lo contrario. En el entrenamiento de fuerza, el objetivo no es desgastarse, sino la calidad. Con esto en mente, aquí hay siete consejos para un entrenamiento de fuerza adecuado, sin importar tu edad o condición física.
Aumenta la frecuencia gradualmente
Busca al menos dos días por semana para ver resultados, pero idealmente progresa a tres o cuatro días con descanso intermedio —por ejemplo, un día sí, un día no—. Siempre haz ejercicios de fuerza antes que cardio si los realizas el mismo día.
Comienza con las piernas
Si eres nuevo en el ejercicio, enfócate primero en tus piernas. Contienen el grupo muscular más grande de tu cuerpo y suelen debilitarse más rápido. Las piernas también tienen muchas fibras musculares rápidas, por lo que es esencial entrenarlas.
Enfócate en la intensidad, no en las repeticiones
Realiza repeticiones rápidas y con alta intensidad para trabajar las fibras rápidas. Haz menos repeticiones —alrededor de la mitad o menos de tu máximo— para evitar la fatiga. Como explica Isidro, "La velocidad e intensidad son clave porque activan las fibras rápidas a través del sistema nervioso".
Toma pausas
Permite mucho descanso entre series. Busca al menos un minuto, pero dos o tres es aún mejor. Isidro añade: "Sabes que te has recuperado completamente cuando puedes hablar y cantar cómodamente, no solo gruñir palabras cortas".
Evita el agotamiento
"El ejercicio nunca debe ser agotador", dice Isidro. "La fatiga traslada el trabajo a las fibras lentas y reduce las fibras rápidas. Es mejor hacer pocos ejercicios bien y repetirlos, parando antes de cansarse".
Mantenlo breve
Comienza con sesiones de 5 a 15 minutos. Usa un formato de circuito, alternando ejercicios y pausas. "Todos pueden encontrar diez minutos al día si lo priorizan. Olvida la idea de que el ejercicio debe ser duro y doloroso. Hacer menos te ayuda a disfrutarlo más, ver beneficios y crear un hábito positivo".
Respira correctamente
Fortalecer los músculos respiratorios ayuda en la recuperación y resistencia. Realiza respiraciones profundas y completas usando el diafragma.
Cuándo, dónde y cómo
Isidro recomienda entrenar por la mañana: "Esto activa tu sistema simpático temprano, facilitando que el sistema parasimpático actúe de noche y mejore el sueño". Si puedes, ejercítate al aire libre —estar en la naturaleza y socializar beneficia directamente tu salud—.
No necesitas un gimnasio para obtener resultados. Los ejercicios con peso corporal pueden ser muy efectivos. "La clave es elegir ejercicios que se ajusten a tu nivel para que puedas mantenerlos", señala Isidro. "Hacerlos con amigos o en grupo es aún mejor —socializar aumenta la motivación y, según estudios, puede ayudarte a vivir más—".
Cómo evaluar tu función muscular
Pruebas sencillas en casa pueden mostrar tu nivel de fuerza actual y dónde mejorar. "Estas pruebas te ayudan a monitorear el progreso", dice Isidro. "A veces sientes la diferencia, pero otras necesitas datos claros. Estas herramientas te permiten ver cómo el entrenamiento de fuerza está ayudando". Aquí hay algunos ejemplos:
Prueba de la silla
Siéntate y levántate cinco veces tan rápido como puedas usando solo tus piernas. Necesitarás una silla y un cronómetro. Esto mide la fuerza de piernas, donde está la mayor parte de tu músculo —y donde suele declinar primero—.
Prueba de la cigüeña
Evalúa fuerza y equilibrio: párate sobre tu pierna no dominante y levanta la otra. El desafío es mantener la posición sin usar tus brazos para equilibrarte. Si tienes menos de 50 años, hazlo con ojos cerrados; si eres mayor, mantén los ojos abiertos para evitar caídas. Busca mantener la posición al menos 45 segundos.
Para la prueba de resistencia de seis minutos, camina lo más rápido que puedas durante seis minutos. Cubrir menos de 500 metros sugiere mala salud cardiorrespiratoria, 500 a 700 metros es aceptable, y más de 700 metros es excelente.
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Preguntas Frecuentes
Por supuesto. Aquí tienes una lista de preguntas frecuentes útiles y claras sobre El Entrenamiento Que Te Hace Sentir 20 Años Más Joven.
Generalidades y Cómo Empezar
1. ¿Qué es exactamente El Entrenamiento Que Te Hace Sentir 20 Años Más Joven?
No es un único entrenamiento, sino un enfoque holístico del ejercicio que se centra en reconstruir la fuerza, la movilidad y la energía, factores clave que solemos perder con la edad. Combina entrenamiento de fuerza, flexibilidad y ejercicios de equilibrio.
2. ¿Para quién es este entrenamiento?
Está diseñado para adultos de todas las edades, especialmente mayores de 40 años que quieran recuperar vitalidad, moverse sin dolor y sentirse más fuertes y enérgicos en su vida diaria. Es adaptable tanto para principiantes como para quienes ya están activos.
3. Soy completamente principiante y no he hecho ejercicio en años. ¿Realmente puedo hacerlo?
Absolutamente. El programa enfatiza empezar al propio nivel. Muchos ejercicios pueden modificarse, y el enfoque está en el progreso gradual, no en la intensidad. Se trata de escuchar a tu cuerpo y construir un hábito sostenible.
4. ¿En qué se diferencia este programa de otros?
A diferencia de los programas centrados solo en perder peso o ganar músculo, este se enfoca específicamente en la condición física funcional: la fuerza y movilidad que usas para actividades cotidianas como subir escaleras, cargar la compra o jugar con tus nietos.
Beneficios y Expectativas
5. ¿Cuáles son los principales beneficios que puedo esperar?
Puedes esperar una mejora en la movilidad articular, un aumento de la fuerza muscular, un mejor equilibrio, más energía diaria, reducción de dolores y molestias, y una mayor confianza en las capacidades de tu cuerpo.
6. ¿Cuánto tiempo pasa hasta que empiezo a notar la diferencia?
Mucha gente reporta sentirse con más energía y notar menos rigidez en las primeras 2-3 semanas. Mejoras más significativas en fuerza y movilidad suelen hacerse evidentes tras 4-6 semanas de esfuerzo constante.
7. ¿Esto ayudará con mi dolor de espalda o rigidez articular?
Sí, es muy probable. Un componente central del entrenamiento es fortalecer los músculos que sostienen la columna y mejorar la flexibilidad en áreas tensas como caderas y hombros, lo que puede reducir significativamente el dolor crónico.
8. ¿Puede este entrenamiento revertir el envejecimiento?
Aunque no puede detener el tiempo, contrarresta poderosamente muchos efectos del