Recuerdo cuando era niño, sentado con mi padre en las tranquilas tardes mientras él veía westerns clásicos. Me encantaban los vastos paisajes, los valientes vaqueros y las aventuras en la frontera. Pero, incluso de niño, algo sobre cómo se representaba a los nativos americanos me parecía incorrecto: a menudo se les mostraba como villanos o figuras silenciosas, rara vez como los héroes de sus propias historias.

Poco antes de la pandemia, a principios de 2020, visité Estados Unidos y, sin planearlo, terminé en Round Valley. La tierra y su gente me atrajeron, aunque ahora me doy cuenta de que en ese momento no entendía del todo el lugar. Me fui sin saber si volvería. Años después, ver Killers of the Flower Moon despertó algo en mí. Me acerqué. Regresé.

Round Valley, donde se enraíza este proyecto, guarda una historia dolorosa y compleja. En 1856, se convirtió en la Reserva Nome Cult (más tarde renombrada como Reserva India de Round Valley), una de las más antiguas y grandes de California. Trece tribus diferentes fueron reubicadas aquí por la fuerza desde distintos puntos del estado, muchas sufriendo un viaje brutal conocido como el Sendero de Lágrimas de California. Tribus con idiomas, creencias y formas de vida distintas fueron obligadas a coexistir en un espacio reducido y a menudo hostil.

Lo que siguió fue una larga historia de masacres, tierras robadas, internados y esfuerzos sistemáticos por borrar la cultura nativa—un patrón repetido en todo Estados Unidos. Pero la historia no es solo el pasado. Vive en la memoria, en el trauma y en los nombres de quienes aún faltan debido a la violencia contra los pueblos originarios y de quienes mantienen vivas las tradiciones ancestrales.

Este trabajo amplifica las voces profundamente conectadas a su tierra y herencia—personas que han presenciado cambios tan profundos que sus lugares ancestrales son casi irreconocibles. Habla de canciones que aún se cantan, tierras sagradas que se recorren de nuevo y jóvenes que reaprenden danzas alguna vez prohibidas. Es una historia de resistencia, de recuperar linajes casi perdidos pero nunca olvidados.

Sobre el artista
Cosimo Campagna es un fotógrafo documental nacido en el sur de Italia y radicado actualmente en el suroeste de Inglaterra. Se mudó al Reino Unido a los 21 años para dedicarse a la fotografía, graduándose con honores de primera clase en la Universidad de Plymouth en 2024.

Su trabajo explora la relación entre las personas y los lugares, combinando narrativa con retratos íntimos. Inspirado por el mar, los viajes y las conexiones humanas, sus imágenes profundizan en la identidad, la memoria y la resiliencia—a menudo moldeadas por la profundidad emocional de los paisajes.

Trabajando tanto en digital como en película, prefiere el formato medio por su profundidad y tono. Conocido por su uso de luz natural, Cosimo crea imágenes visualmente ricas y emocionalmente resonantes, tanto en blanco y negro como en color.