Circulan rumores de que el príncipe William y Kate Middleton podrían mudarse de residencia. Los tabloides británicos sugieren que la familia Gales podría trasladarse desde su actual vivienda de cuatro habitaciones en Adelaide Cottage, en el Windsor Great Park, al cercano Fuerte Belvedere, ubicado en el extremo sur de la propiedad de 4,800 acres de la Corona.

Aunque estos rumores de reubicación deben tomarse con cautela (el Palacio de Kensington no ha confirmado ni comentado al respecto), han renovado el interés en esta propiedad de 125 años.

El Fuerte Belvedere tiene una historia fascinante. Construido en 1750 como puesto militar tras la Rebelión Jacobita de 1745, fue transformado en residencia campestre por el rey Jorge IV en la década de 1820. (Aún conserva detalles originales, como cañones antiguos dispersos en los jardines). Ubicado en una colina cubierta de pinos, el fuerte ofrece vistas panorámicas del campo inglés. Durante el reinado de la reina Victoria, la familia real solía visitarlo desde el Castillo de Windsor para tomar el té.

En 1930, el Fuerte Belvedere ganó fama—o infamia—al convertirse en residencia de Eduardo, príncipe de Gales (posteriormente duque de Windsor), antes de su matrimonio con Wallis Simpson. Eduardo se enorgulleció de renovar la propiedad. Un artículo de 1933 en The Illustrated London News elogió sus mejoras, destacando los jardines meticulosamente diseñados y comodidades modernas como una piscina y una cancha de tenis. The Times of London describió un comedor verde pálido decorado con murales paisajísticos inspirados en acuarelas de Turner.

Simpson recordó con cariño la casa en sus memorias, llamándola "la casa más romántica que he conocido—un castillo semi-encantado".

Tras la abdicación de Eduardo en 1936 (los documentos se firmaron en el Fuerte Belvedere), la propiedad volvió a la Corona. El duque de Windsor renunció oficialmente al arrendamiento en 1951, y la piscina fue vaciada. Desde entonces, ha sido alquilada a miembros de la familia real y allegados, como Gerald Lascelles, primo de la reina Isabel.

¿Podrían William y Kate ser los próximos residentes de esta histórica fortaleza convertida en residencia campestre? Solo el tiempo lo dirá—pero mientras tanto, podemos admirar su pasado legendario a través de fotografías vintage.