**"Pasé de Tome a Emote", dice Ryan Lobo. "Fue una decisión deliberada y sincera".** Lobo fue antes una mitad del dúo de diseño Tome junto a Ramón Martin, una marca conocida por su estética romántica y compromiso político—su ropa estaba tan bien confeccionada como genuina era su activismo. Ahora, Lobo ha regresado a Nueva York con su nuevo proyecto—llamémoslo proyecto en lugar de marca, que suena demasiado industrial y comercial.

**Vistiendo el mundo:** Una camisa a rayas reciclada de Paros, Grecia, solo uno de los lugares que Emote celebra.

Ese proyecto es Emote—"Es Tome al revés, con una 'e' extra", explica Lobo—una colección fluida y en evolución de prendas inspiradas en los viajes y creadas en colaboración con artesanos de todo el mundo. Imagina vestidos, túnicas y shorts de diseño sencillo por Lobo, mezclados con piezas vintage reinventadas de Lanvin, YSL y Christian Dior Monsieur. Hay pantalones y bufandas hechas de seda florentina, y camisas a rayas juguetonas recicladas de telas sobrantes encontradas en Paros. Todo se lanza en pequeñas cantidades en lugar de colecciones completas, sin nada que supere los $800—la mayoría de las piezas cuestan mucho menos. Emote trata de lo que sucede cuando un diseñador cambia su enfoque de la moda a la vida misma.

**Para Lobo, Emote debe ser ropa que tú uses—no ropa que te use a ti.**

Tome cerró a principios de 2020, justo antes de la pandemia. Sin ataduras y a la deriva—lo que Lobo llama "la noche oscura del alma que muchos vivimos"—se echó al camino, viajando por México, Grecia, España, Marruecos y Vietnam ("¡Ah, me olvidé de Vietnam!"). Para el final de Tome, él y Martin ya se habían dado cuenta: "Cuanto más profundizábamos en el pensamiento sostenible, menos necesitábamos. La moda es paradójica—intentas crear mientras el mundo parece desmoronarse. Durante la pandemia, tuve tiempo para viajar y reflexionar. Me di cuenta de que todo lo que necesitaba cabía en una bolsa pequeña, y eso generó nuevas ideas. No fue un momento de revelación repentina", se ríe, "más bien como un despertar lento de panel solar".

**Con Emote, hay facilidad y elegancia en igual medida—y un enfoque en la sostenibilidad.**

Emote fomenta una conexión emocional a través de piezas que evocan nostalgia—ropa que amas, a la que vuelves y usas sin fin, a menudo mientras viajas. "Esos hallazgos especiales que no son necesariamente caros o piezas de inversión", dice Lobo. "Algo que compraste en una playa de Oaxaca o en Atenas y que se convierte en parte de tu estilo personal". Lejos de las presiones de la vida urbana, somos más tolerantes con las imperfecciones y el desgaste de nuestra ropa. Emote rechaza los símbolos de estatus y lo ostentoso.

En cambio, Lobo ha presentado conjuntos de viaje unisex—una camiseta estilo túnica, pantalones y shorts fáciles de poner—que lo entusiasman porque, después de años diseñando moda femenina, finalmente puede usar sus propias creaciones. "Todo está hecho de rayón sobrante con ribetes de cinta italiana vintage y elástico", dice. "La tela viaja bien—ligera, compacta y las arrugas se suavizan con el vapor de la ducha". Las sedas florentinas provienen de Angelo Stanganini, un negocio familiar desde 1932. Los suéteres de alpaca son elaborados por una cooperativa peruana, mientras que los shorts y pantalones de surf los hacen artesanos en Chiapas.

**Uno de los beneficios de lanzar Emote? Diseñar ropa que él mismo puede usar.**

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**Cortesía de Emote**

"Todo esto demuestra que ya hay cosas maravillosas en el mundo", dice Lobo. "No intento reemplazarlas o mejorarlas, pero hay formas de impulsarlas. No las llamaría esenciales—eso sonaría casi arrogante. Lo que es esencial para mí puede no serlo para ti".

Incluso los accesorios son seleccionados con cuidado: cinturones de grosgrain para ajustar chaquetas vintage ("Lo unifican todo", dice. "Le quita el aire hippie y le da un toque elegante"); broches de cerámica de Valeryi Yong, un amigo de su Australia natal que pasó del estilismo al arte; pareos con flecos para envolverse como prefieras; y—próximamente—bolsos tote grandes que se convierten en toallas de playa al descomprimirse.

Todo se siente muy **Emote**: lleva el sol contigo, estés donde estés y vayas donde vayas.

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El significado se mantiene intacto mientras el texto fluye de manera natural y conversacional. ¡Avísame si necesitas más ajustes!