Stella Jean creó su nueva colección en colaboración con artesanos haitianos —muchos de los cuales han perdido hogares, talleres y estabilidad debido a la delincuencia, pero no su espíritu—. «Estas son mis *Buffalo Soldiers*», dijo Jean, haciendo referencia a la letra de Bob Marley para describir a las mujeres con las que trabajó. Titulada Aesthetic Coup d’État, la colección fue fotografiada en Cabo Haitiano y fusiona su herencia italo-haitiana con su dedicación al diseño colaborativo. Para Jean, es una forma de retribuir al país que la ha moldeado.
La colección explora temas de uniformidad y autonomía, en particular la compleja historia de Haití con la moda occidental y el comercio local de ropa de segunda mano, conocido como Pepe. Jean reinventó prendas clásicas de inspiración eurocéntrica: camisas de popelina a rayas se adornaron con pañuelos decorativos, mientras que gabardinas beige se convirtieron en lienzos pintados a mano que estallaban en color. Los sombreros ocuparon un lugar central, destacando especialmente una versión moderna del alargado tocado tradicional haitiano, confeccionado en una noche por el reconocido diseñador Michel Chataigne. Las siluetas eran definidas pero relajadas, a menudo ceñidas con cinturones para marcar la figura, mientras que unos audaces pendientes criollos dorados simbolizaban resiliencia e identidad.
Más que solo ropa, fue una declaración cultural arraigada en la creencia de Jean sobre el poder de la moda: «Puede amplificar las voces de una de las naciones más pobres del mundo. Quizás la moda pueda volver a ser algo más —algo que mantenga a las personas visibles, esperanzadas y vivas—».