Desde el principio, William Fan siempre ha marchado al ritmo de su propio tambor. Tras el espectacular desfile del décimo aniversario la temporada pasada —un evento tan grandioso que parecía imposible de superar—, el diseñador decidió que era hora de bajar el ritmo.

"Supe de inmediato que no podía seguir ese espectáculo con otra gran producción. Necesitaba dejar que todo se asentara, tomar un respiro y centrarme en los pequeños detalles. Así fue como nació esta colección", explicó Fan.

Para la primavera de 2026, volvió su atención hacia el ocio—o, más exactamente, hacia tomarse el tiempo. La colección recompensaba una inspección minuciosa, revelando sutiles giros nuevos en sus siluetas características. Bolsos confeccionados con cuentas de cerámica anudadas y cortes inesperados invitaban a una segunda mirada. Para acompañar el ritmo relajado de la velada, los invitados disfrutaron de helados y se les animó a enviar postales a sus seres queridos.

La colección de verano de Fan sorprende por su ligereza—tanto en peso como en atmósfera—, con plisados a medida, caritas sonrientes ocultas y colores frescos y vibrantes (al menos para los estándares de Berlín). Como siempre, colaboró con su estrecha comunidad, incluyendo a sus padres, quienes suelen sonreír desde la primera fila.

"Nunca vi a mis padres en un entorno de ocio—siempre estaban trabajando", compartió. "Esta colección, centrada en no hacer nada, me pareció un homenaje adecuado para ellos. Ahora que están jubilados, por fin pueden disfrutar de su tiempo libre".

¿Y qué viene después? Un largo viaje familiar está en marcha.