Monique Lhuillier presentó su vibrante colección de primavera en una soleada y hermosa tarde en Nueva York esta semana. Conocida por sus diseños de novia y vestidos de noche, la diseñadora cambió el enfoque esta temporada hacia vestidos frescos y pulidos, perfectos tanto para el día como para la noche. "Quería modernizar el estilo y definir realmente quién es mi mujer", explicó.
Alejándose de los estampados pesados y los bordados, Lhuillier dejó que los colores audaces y las siluetas definidas fueran el centro de atención, aunque esto distaba mucho del minimalismo. El primer look, un vestido verde prado con un alto tajo, presentaba un escote asimétrico escultórico, mientras que un vestido blanco tipo camiseta se sentía contemporáneo con su estampado floral digitalizado. Para una diseñadora que sobresale en piezas para ocasiones especiales, hizo un esfuerzo claro por mantener las prendas usables, como sus vestidos de jersey drapeados con ingeniosos frunces, diseñados para guardarse sin esfuerzo en una maleta.
Naturalmente, los vestidos de noche fueron donde más brilló. Un vestido strapless de princesa adornado con flores de rafia azul metálico y un vestido negro de encaje con corsé y falda de talle bajo fueron a la vez sexys y atemporales. Para un toque más juvenil, incluyó trajes de estampado de leopardo y vestidos columnas con lentejuelas, aunque su alto precio de lujo podría seguir siendo inalcanzable para ese público.
¿La pieza destacada? Un vestido de chiffon en tonos atardecidos con una espectacular capa tipo chal que caía en cascada. Olvídate de hacer una entrada, esto era todo para una salida inolvidable.