Como muchos de sus colegas diseñadores en Shanghái, Haizhen Wang ha centrado su atención en el lado comercial de la moda, más allá de las pasarelas. Durante una vista previa de su nueva colección, explicó cómo se inspiró en los años ochenta—especialmente en la icónica silueta en triángulo invertido, con hombros anchos y marcados, y cintura ceñida, una tendencia que dominó los desfiles de otoño desde Nueva York hasta París.

Wang no es solo un diseñador; es un verdadero artesano. Su interpretación de este estilo emblemático no se limitó a referencias pop (piensa en Working Girl), sino que reinventó su estructura. Los detalles en los hombros destacaban—sus chaquetas tenían un corte amplio pero con una curva sutil en la línea natural del hombro, acentuando el cuerpo en lugar de ahogarlo en tela. En prendas exteriores, como un abrigo holgado de estampado de leopardo combinado con una falda en un tono contrastante, suavizó los hombros en vez de exagerarlos. Esto equilibraba los abrigos estilizados y alargados, confeccionados de manera ajustada pero con solapas en pico pronunciadas para mantener intacto el aire retro.

Para añadir profundidad y suavizar la formalidad de la colección, Wang recuperó una tela que creó hace una década mientras vivía en Londres—un estampado de mapa urbano, ahora reinventado como un llamativo denim con efecto ácido y acabado jacquard desgastado. Sus diseños naturalmente pertenecen a la pasarela, pero ha sido impresionante ver cómo adapta su talento con tanta facilidad a un enfoque más comercial.

(Nota: Se mantuvo el título de la película Working Girl en inglés, ya que es un nombre propio conocido internacionalmente. El texto refleja un tono elegante y descriptivo, adecuado para el ámbito de la moda).