El Día de Acción de Gracias es una festividad compleja para los pueblos indígenas. Mientras muchas comunidades nativas deciden no celebrarlo como forma de reconocer la difícil historia detrás de esta fecha, otras adoptan la tradición de reunirse para un banquete, pero con un enfoque en recetas culturales que honran su herencia. El chef Sean Sherman, de la tribu Oglala Lakota Sioux, es uno de quienes celebran de manera reflexiva.
Sherman, conocido principalmente por su popular libro de cocina **The Sioux Chef’s Indigenous Kitchen**, organizó recientemente una cena previa al Día de Acción de Gracias con su estilo único. El evento íntimo tuvo lugar en su restaurante Owamni en Minneapolis, donde reunió a amigos cercanos para disfrutar de buena comida, conversación y celebrar el lanzamiento de su nuevo libro de cocina, **Turtle Island: Foods and Traditions of the Indigenous Peoples of North America**, publicado a principios de este mes. Entre los invitados estaban el fotógrafo David Alvarado, personal de la organización sin fines de lucro de Sherman, Natifs, y miembros del equipo de Owamni.
En **Turtle Island**, Sherman comparte recetas modernas elaboradas con ingredientes descolonizados. Viajó por Norteamérica, desde el norte de Alaska hasta las Grandes Llanuras y el sur de México, explorando sabores regionales y alimentos tradicionales que dependen de animales de caza, pescados, frutas y verduras utilizados mucho antes de la colonización. "Este libro no solo trata sobre cómo eran los alimentos tradicionales", explica Sherman. "Es una visión para el futuro. Quería mostrar lo que aún es posible con los ingredientes que tenemos y lo que podemos crear. Las culturas indígenas en Norteamérica son increíblemente diversas, y quería ilustrar cómo es la comida cuando se eliminan por completo las influencias coloniales".
Para su cena, Sherman continuó dando vida a esta visión. Sirvió platos con alimentos producidos por indígenas, como arroz silvestre cosechado a mano por comunidades tribales de Minnesota, maíz tradicional cultivado por naciones originarias, jarabe de arce puro de productores tribales y frijoles cultivados por indígenas. "Quería que la mesa se sintiera como una revolución silenciosa", dice. "Algo descolonizado, hermoso e inconfundiblemente indígena, un lugar donde la gente pueda sentarse, aprender y saborear cómo la salud, la diversidad y la solidaridad se unen en un plato".
Al utilizar verduras vibrantes, plantas de temporada, animales de caza y pescado de los que las comunidades indígenas han dependido durante siglos, Sherman destacó lo que significa reunirse hoy: un momento para apreciar y agradecer por los alimentos que proporciona el mundo natural. "Construimos una mesa como lo celebran nuestras comunidades indígenas: a través de la abundancia", señala Sherman. "Estos ingredientes llevan consigo tierra, linaje y trabajo. Son más que productos: estás saboreando cultura, resiliencia y la presencia continua de los pueblos indígenas. La comida no es solo sustento; es una forma de resistencia y una celebración de quiénes somos".
A medida que las reuniones festivas y la cocina se intensifican en las próximas semanas, Sherman espera que los lectores de su nuevo libro de cocina adopten un enfoque más consciente hacia la comida. "Quiero que la gente supere el mito colonial que borra siglos de robo de tierras y violencia, y que en cambio celebre las culturas vivas cuyos alimentos dieron forma a este continente mucho antes de que se llamara América", dice. ¿Su principal consejo para la temporada festiva? "Apoyen los alimentos producidos por comunidades BIPOC y reconozcan la historia detrás de ellos". Reconozcan la tierra en la que se encuentran y las luchas históricas y actuales de las comunidades negras, indígenas e inmigrantes. Donen las sobras a organizaciones que apoyan a personas sin hogar. Enfóquense en valores humanos compartidos en lugar de en la división o el odio.
Fotografiado por Aidan Klimenko
Para celebrar su reciente cena y nuevo libro, Sherman comparte con Vogue una receta fresca de su libro de cocina: una reconfortante sopa de verduras de huerta con bolas de masa de maíz del sur de México, ideal para el otoño. "Los chochoyotes son bolas de masa tradicionales que a menudo se sirven en caldo", explica Sherman. "Son simples y divertidos de hacer, y le dan sustancia a la sopa. ¡Y no olviden agregar picante para darle un toque de calor!"
**Sopa de Milpa con Chochoyotes y Chipilín (Sopa de Verduras de Huerta con Bolitas de Masa)**
Para 4 a 6 personas
Foto: David Alvarado
Al igual que en otras partes de Turtle Island, los mayas en Yucatán y otros grupos indígenas del centro y sur de México cultivan maíz, frijoles, calabazas, chiles, tomates y más juntos en un método llamado milpa.
La sopa de milpa es una sopa versátil que refleja lo que está disponible en los huertos caseros, variando según la temporada y el cocinero. Cuando es posible, agrego hojas de chipilín para un sabor suave similar a la espinaca con un toque de judía verde. Este arbusto crece silvestre en América del Sur y Central y el sur de México, y aunque a veces se cultiva en Estados Unidos, la espinaca baby es un buen sustituto.
Para hacer la sopa más sustanciosa, incluyo chochoyotes, simples bolitas de masa de maíz, pero son opcionales si prefieres omitirlos.
**Ingredientes**
- 225 g de masa fresca o harina de masa
- 3 cucharadas de aceite de aguacate o girasol
- 1 manojo de hojas de chipilín (tallos removidos) o 3 tazas de espinacas baby
- ½ cebolla blanca mediana, picada
- Sal marina
- 6 dientes de ajo, picados
- 1 chile jalapeño o serrano, sin tallo, sin semillas si se desea, y cortado en rodajas finas
- 450 g de calabaza de verano (por ejemplo, calabacín), cortada en cuartos a lo largo y en trozos de 1 cm
- 2 tomates medianos, sin corazón y picados
- 1.5 litros de caldo de ave asada o caldo de verduras
- 1 rama de epazote
- 2 mazorcas de maíz, deshojadas y cortadas en rodajas de 2.5 cm
- 1 cucharada de vinagre de sidra
- 12 flores de calabaza, sin tallo, partidas por la mitad a lo largo y sin estambres o pistilos
**Instrucciones**
1. Combina la masa con 1 cucharada de aceite.
2. Pica finamente la mitad de las hojas de chipilín y mézclalas con la masa a mano. Cubre la masa mientras formas las bolitas y mantenlas cubiertas una vez formadas.
3. Forra una bandeja de horno o una tabla de cortar con papel pergamino. Usa una cucharadita para formar bolitas de masa de 1 cm, colócalas sobre el papel y presiona con tu pulgar en cada una para hacer una hendidura.
4. En una olla grande o cacerola, calienta las 2 cucharadas restantes de aceite a fuego medio. Agrega la cebolla, sazona con sal y cocina por unos 5 minutos hasta que esté transparente. Incorpora el ajo y el chile y cocina por 1 minuto hasta que estén fragantes.
5. Añade la calabaza y los tomates, sazona con sal y cocina por 5 minutos hasta que los tomates se ablanden y suelten sus jugos.
6. Vierte el caldo, agrega las hojas de chipilín restantes y el epazote, y lleva a ebullición a fuego medio-alto. Reduce a fuego lento, añade las rodajas de maíz y cocina por 4 minutos hasta que estén tiernas.
7. Agrega suavemente las bolitas de masa a la sopa y cocina a fuego lento durante 7-10 minutos hasta que estén cocidas y tiernas, teniendo cuidado de no cocinarlas en exceso para que no se deshagan.
8. Retira la rama de epazote, incorpora el vinagre y ajusta la sal al gusto. Añade las flores de calabaza partidas, deja que se marchiten ligeramente y sirve.
Preguntas Frecuentes
Por supuesto. Aquí tienes una lista de preguntas frecuentes sobre la reunión previa al Día de Acción de Gracias del Chef Sean Sherman, diseñada para ser clara, concisa y natural.
Preguntas Generales y para Principiantes
P: ¿Quién es el Chef Sean Sherman?
R: Es un galardonado chef, autor y educador de la tribu Oglala Lakota, famoso por su trabajo en la revitalización de las tradiciones alimentarias indígenas. Su empresa se llama The Sioux Chef.
P: ¿Cuál era el objetivo principal de su reunión previa al Día de Acción de Gracias?
R: Ofrecer una alternativa a la narrativa tradicional del Día de Acción de Gracias, centrándose en alimentos, sabores y perspectivas indígenas, celebrando la herencia y resiliencia de los nativos americanos.
P: ¿Qué significa un cambio en la tradición en este contexto?
R: Significa desplazar el enfoque de la historia históricamente inexacta de los peregrinos y nativos americanos hacia una comida que honra y utiliza ingredientes nativos de las Américas, preparados con conocimiento indígena.
P: ¿Qué tipo de comida se sirvió?
R: El menú presentaba ingredientes precoloniales como bisonte, pavo, arroz silvestre, maíz, frijoles, calabaza, cedro y zumaque, todo preparado sin ingredientes europeos como lácteos, trigo o azúcar refinada.
Preguntas Profundas y Avanzadas
P: ¿Por qué se considera esto un acto poderoso?
R: Es poderoso porque reclama una narrativa. Al descolonizar la comida del Día de Acción de Gracias, educa a las personas, desafía estereotipos y afirma la vitalidad y continuidad de las culturas indígenas.
P: ¿Qué son las tradiciones alimentarias descolonizadas o indígenas?
R: Se refiere a un sistema alimentario basado en los alimentos, técnicas culinarias, prácticas agrícolas y conocimientos culinarios nativos de una región específica y sus pueblos originarios antes de la colonización europea.
P: ¿Cuáles son algunos desafíos comunes al preparar una comida como esta?
R: Obtener ingredientes precoloniales auténticos puede ser difícil para algunos. También requiere aprender nuevos sabores y técnicas culinarias fuera de la cocina occidental estándar.
P: ¿Puedes dar un ejemplo de un plato que represente este cambio?
R: En lugar de la cazuela de judías verdes, podrías tener un plato de judías verdes frescas con una salsa hecha de nueces molidas y champiñones, sazonada con hierbas silvestres.
Preguntas Prácticas y de Cómo Hacerlo
P: ¿Cómo puedo incorporar algunas de estas ideas en mi propio Día de Acción de Gracias?
R: Empieza poco a poco. Consigue un ingrediente de un productor indígena local, como arroz silvestre.
