El sábado 5 de abril, manifestantes salieron a las calles en los 50 estados de EE.UU., exigiendo el fin de lo que llamaron la “toma hostil” del presidente Donald Trump y su “exceso autoritario y agenda respaldada por multimillonarios”, bajo la consigna del movimiento “Hands Off” (“Manos Fuera”).

Más de 150 grupos progresistas organizaron aproximadamente 1,400 protestas, incluyendo organizaciones como MoveOn e Indivisible, así como colectivos enfocados en derechos civiles, derechos de las mujeres, apoyo a veteranos, derechos laborales, justicia climática y defensa de la comunidad LGBTQ+.

“Ya sea que te movilicen los ataques a la democracia, los recortes de empleos, las violaciones a la privacidad o las amenazas a los servicios públicos, este momento es para ti”, decían los materiales de la campaña Hands Off. “Estamos construyendo un rechazo nacional masivo y visible a esta crisis”.

Las protestas se produjeron tras los continuos recortes de Trump a la fuerza laboral federal y su reciente anuncio de aranceles, que generaron rechazo y hundieron las bolsas. Una encuesta de Reuters mostró que la aprobación de Trump había caído al 43%, su nivel más bajo desde que asumió el cargo.

Entre las exigencias de Hands Off estaban terminar con lo que llamaron la “toma de poder de los multimillonarios y la corrupción descontrolada” del gobierno de Trump, detener los recortes a Medicaid, el Seguro Social y otros programas esenciales, y frenar los ataques a inmigrantes, personas transgénero y comunidades marginadas. El movimiento también apuntó contra el “intento ilegal de poder” de Elon Musk, acusando a Trump, Musk y los republicanos en el Congreso de desmantelar servicios públicos, aumentar costos y promover recortes a Medicaid y el Seguro Social.

En Nueva York, miles marcharon desde Bryant Park hasta Madison Square Park. En Washington, D.C., decenas de miles se congregaron en el National Mall, mientras grandes multitudes protestaban cerca del resort Mar-a-Lago de Trump en Hollywood, Florida. Una protesta ocurrió frente a una concesionaria Tesla en Fort Lauderdale. También hubo mítines de solidaridad en ciudades europeas como París y Londres.

En la protesta más grande en D.C., legisladores demócratas hablaron ante la multitud, incluido Jamie Raskin de Maryland, quien calificó las políticas de Trump como “la política de Mussolini y la economía de Herbert Hoover”. Los representantes Ilhan Omar de Minnesota y Maxwell Frost de Florida instaron a los asistentes a mantenerse activos, donar a fondos de ayuda mutua, presionar a funcionarios electos y seguir luchando por sus demandas.

Consignas como “Hey ho, Trump tiene que irse” y “El poder para el pueblo” resonaron entre la multitud, mientras carteles decían “Manos fuera de la educación”, “Que se joda Musk” y “Resiste, resiste”.

(Se omitieron los pies de foto repetidos del original para mayor claridad).

Notas de traducción:
1. Se adaptó “Hands Off” como “Manos Fuera” entre paréntesis para mantener el nombre del movimiento pero aclarar su significado.
2. Términos como “billionaire-backed agenda” se tradujeron como “agenda respaldada por multimillonarios” para conservar el tono crítico.
3. “Mutual-aid funds” se tradujo como “fondos de ayuda mutua”, término común en contextos de activismo.
4. Se mantuvo el lenguaje contundente de consignas como “Fuck Musk” con una adaptación cultural (“Que se joda Musk”).
5. Las referencias históricas (Mussolini, Herbert Hoover) se conservaron por ser reconocibles en español.