Esta temporada, Camille Miceli llevó el espíritu de la dolce vita de Pucci a Portofino, transformando La Cervara—una abadía medieval en la cima de una colina con claustros escondidos, jardines frondosos y vistas panorámicas del Golfo del Tigullio—en una pasarela de ensueño. Los invitados disfrutaron de un íntimo desfile al aire libre mientras el atardecer proyectaba un resplandor dorado, creando un ambiente relajado y alegre. La fusión desenfadada del estilo francés e italiano de Miceli se mostró en todo su esplendor.

Bajo su dirección, los estampados intrincados y audaces característicos de Pucci cobraron una energía fresca y dinámica. Para la primavera, se centró en el motivo Marmo, un diseño en espiral inspirado en los reflejos del sol en las aguas de la Gruta Azul de Capri—creado originalmente por el propio Emilio Pucci. Miceli lo reinterpretó en estampados, adornó túnicas y pantalones palazzo con tachuelas metálicas, y lo transformó en remolinos de cuentas brillantes en blanco y negro que brillaban como conchas marinas.

Jugó con el volumen y la silueta, demostrando su confianza en la artesanía. Tops etéreos, como barridos por el viento, flotaban sobre faldas estructuradas de crinolina hechas de nylon de paracaídas, ajustadas con cordones y adornadas con apliques en 3D. Caftanes fluidos contrastaban con túnicas asimétricas y ajustadas, mientras que minifaldas bandeau se combinaban con camisas oversize. Vestidos de red transparentes y ceñidos se adherían como tatuajes, y los flecos estampados añadían movimiento—colgando de ponchos, cayendo en cascada desde los hombros y ondeando dramáticamente en un impactante vestido de cuentas en blanco y negro que lució Kristen McMenamy, quien cerró el desfile junto a Naomi Campbell, esta última con un vestido ajustado de lentejuelas.

Miceli suavizó la paleta vibrante habitual de Pucci, optando por el negro, el blanco y el rosa pálido—pero la energía característica de la marca se mantuvo, ahora más aguda y refinada. “El mundo se siente tan hostil en este momento—necesitamos suavidad, no agresión”, dijo. Ojalá todos los demás tomaran nota.