Tráiler:

Adéntrate en un mundo donde el arte, la música y la expresión sin miedo chocan. Una vibrante noche de jueves en Tribeca, Alison Mosshart—ícono del rock y artista visual—transformó la tienda masculina de Nili Lotan en una exposición cruda y electrizante titulada NO SLOW SONGS. Más que una simple muestra de arte, es una celebración de la creatividad sin tapujos, donde las pinturas de Mosshart y los diseños de Lotan hablan más fuerte que las palabras.

“El trabajo es la narrativa”, dice Mosshart, revelando el profundo carácter personal de su arte. Mientras tanto, Lotan describe el espacio como una plataforma para la expresión audaz y sin filtros. Rodeados de amigos, familia y estrellas como Damian Lewis y Karen Elson, la noche vibró con energía, tequila y ese fuego creativo que se niega a ser domado.

¿En el centro de todo? Goldy, la sobrina de 8 años de Mosshart—su espíritu salvaje e indomable inmortalizado en pintura. “Ella representa el instinto primal”, reflexiona Mosshart. “Arte que vive y respira”.

NO SLOW SONGS no es solo una exposición—es una experiencia. Abierta al público del 28 de marzo al 17 de abril, es una rara mirada al alma sin censura de una artista que deja que su obra hable por sí misma.

Resumen Parafraseado:

Una noche animada en Tribeca, Alison Mosshart convirtió la tienda masculina de Nili Lotan en una exposición inmersiva, NO SLOW SONGS, fusionando música, moda y creatividad pura. El evento encarnó el espíritu audaz compartido por Mosshart y Lotan, atrayendo a una íntima multitud de amigos y figuras destacadas como Damian Lewis y Karen Elson.

Mosshart describió su arte como profundamente personal—una forma de comunicar sin palabras, llena de emoción y misterio. Lotan elogió la colaboración como un espacio para la expresión valiente. La noche se celebró con cócteles y conversaciones, mientras Mosshart revelaba su musa: su sobrina Goldy de 8 años, un símbolo de energía e inspiración indomables.

La exposición, abierta al público del 28 de marzo al 17 de abril, invita a los espectadores a adentrarse en el mundo artístico sin filtros de Mosshart—donde cada pieza cuenta una historia más elocuente que cualquier palabra.