**Al inicio de su carrera en Nueva York, el diseñador Prabal Gurung hizo una lista de sus sueños:** *"Crear una marca. Llegar a las tiendas. Vestir a Oprah, Michelle Obama y Gloria Steinem. Aparecer en Vogue. Postularme al CFDA/Vogue Fashion Fund. Ganar el CFDA/Vogue Fashion Fund. Asistir al Met Gala. Ser director creativo de Chanel. Crear una fundación".*

**SUMÉRGETE DE LLENO**
Gurung, fotografiado junto a una piscina en Katmandú, es conocido por sus vibrantes diseños inspirados en su herencia surasiática, así como por su activismo y filantropía. Ha tachado casi todo de esa lista (aunque lo de Chanel quizá deba esperar un poco más). Su nueva memoria, **Walk Like a Girl**—un guiño desafiante a las burlas que enfrentó durante su infancia en Katmandú y luego en Nueva Delhi—cuenta su historia: desde su inmigración a Estados Unidos hasta cómo navegó su cultura, la política y su propio pasado complejo. El libro equilibra optimismo y empatía, incluso hacia quienes lo lastimaron, sin omitir los momentos difíciles. *"Siempre he creído en tener conversaciones incómodas"*, dice Gurung, *"pero hacerlo con gracia"*.

**PATRÓN DE ESPERA**
Una foto de la infancia muestra a Gurung con su madre, Durga Rana, su hermana Kumudini y su hermano Pravesh en Singapur. *"Yo era el bebé"*, recuerda. *"Me llamaban 'la cola de mamá' porque nunca me separaba de ella"*.

La gente suele decirle a Gurung que su éxito parece fácil. *"Pero es solo porque no voy por ahí diciendo lo difícil que ha sido"*, admite. *"Pongo cara de valiente—así me criaron. Pero empecé a preguntarme: ¿Estoy engañando a la gente? ¿No debería hablar de ello?"*

**Walk Like a Girl** (que se publicará en mayo por Viking) no se guarda nada sobre las realidades de ser un diseñador independiente. Tras lanzar su marca en 2009, Gurung una vez salió de una deuda de un millón de dólares. Escribiendo el libro durante siete años, no ocultó nada—incluido el abuso sexual que sufrió a los 11 años en Nepal. *"No podía permitir que eso me definiera"*, dice. *"Se lo debía a ese niño que sobrevivió a todo"*.

**A LA MITAD DEL MUNDO**
Otra foto familiar, esta vez en Nepal, muestra a Gurung (con rayas) junto a su madre y hermanos. Su familia solo supo del abuso cuando terminó el libro. *"Lloré y lloré"*, dice. A lo largo de su vida, ellos han sido su ancla—sus hermanos mayores lo entendieron antes que él mismo, y su madre, quien los crió sola mientras dirigía un negocio, sigue siendo su faro.

**JUEGO DE ESPERA**
Una foto tomada por su hermano Pravesh (ahora cineasta en Mumbai) captura a Gurung meses antes de partir a EE.UU. *"Ahí está todo: emoción, miedo, vulnerabilidad"*, dice.

Escribir esta memoria también hizo que Gurung reflexionara sobre el apoyo de la comunidad de la moda. *"La gente cree que esta industria es superficial, pero la amistad y la lealtad son la razón por la que sigo aquí"*, dice. *"Nos apoyamos mutuamente—esa historia no se cuenta lo suficiente. Necesitas gente que crea en tus sueños"*.