Tradicionalmente, las bodas siguen una secuencia predecible: una persona compra un anillo, hace la pregunta y luego la pareja empieza a reservar lugares, proveedores y vestuario para el gran día. Pero últimamente, ese guion ha cambiado. Según un estudio del sitio de listas de bodas Zola, todas las parejas encuestadas admitieron haber tomado pasos importantes en la planificación de su boda antes de comprometerse. Desde crear tableros de inspiración hasta investigar proveedores —e incluso dejar depósitos en lugares—, las parejas de hoy están adelantando los preparativos mucho antes de que haya un anillo a la vista.
La industria nupcial definitivamente ha notado el cambio. Muchos proveedores reportan un aumento en consultas y reservas de parejas “pre-comprometidas”. “Tuve una pareja que empezó a planificar —visitamos lugares y reservaron su locación— antes de estar comprometidos”, dice Callista Osborn, directora creativa de Callista & Co. “Luego, ayudé al novio a planear la propuesta en sí”.
Una rápida publicación en Instagram preguntando sobre esta tendencia generó un aluvión de proveedores compartiendo historias similares. Una planificadora me contó que la mitad de sus clientes la contactaron antes del compromiso y luego le enviaron fotos del gran momento. Una fotógrafa admitió que le sorprendió cuántas parejas la reservaban con años de anticipación. Incluso una ilustradora compartió que una novia la contrató porque “tenía el presentimiento” de que la propuesta estaba cerca.
Rachel Urban, copropietaria de Apricity Event Co., que reservó dos parejas pre-comprometidas este año, explica: “Honestamente, lo entiendo. La industria de bodas está más ocupada que nunca, y las parejas sienten esta presión constante por adelantarse. Tiene sentido que quieran empezar temprano”.
Con la edad promedio para casarse aumentando en EE.UU., muchas parejas ya viven juntas y hablan abiertamente sobre planes futuros —incluyendo finanzas—. Dado que las bodas son una gran inversión, es natural que las parejas alineen tiempos y logística desde temprano. Una vez que acuerdan un cronograma aproximado, ¿por qué no empezar a planificar?
Colaborar en los detalles de la boda —o incluso del compromiso— también puede hacer el proceso menos estresante. El estudio de Zola encontró que el 54% de las parejas con bodas en 2025 compraron juntas los anillos de compromiso. Joyeros señalan que ahora más parejas diseñan anillos en equipo, asegurándose de que ambos amen el estilo y se sientan cómodos con el presupuesto —mientras mantienen la propuesta como sorpresa—.
Aun así, reservar un lugar de boda antes de comprometerse podría parecer precipitado. Sin embargo, los datos de Zola muestran que el número de parejas que hacen esto se duplicó desde 2024. Con los lugares más cotizados reservándose años antes, algunas parejas no quieren arriesgarse. Una representante de relaciones públicas confesó que su familia ya aseguró un lugar famoso para la próxima primavera —semanas antes de que su prometido le propusiera matrimonio—. (Publicó las fotos del compromiso la semana pasada).
No hay nada malo en ser proactivos. Más bien, esta tendencia sugiere que las parejas están reflexionando más sobre sus bodas —y tomando decisiones en igualdad—. Si dos personas ya están comprometidas para siempre, ¿por qué esperar para asegurar sus proveedores ideales? El anillo llegará cuando tenga que llegar.