Como alguien que ama maquillarse, tenía mi rutina de limpieza convertida en una ciencia. Un rápido paso de agua micelar, seguido de un limpiador en gel y una crema hidratante por la noche, mantenía mi piel feliz y saludable. Pero todo cambió cuando me mudé a las afueras de la ciudad, alargando mi trayecto matutino. Pasar más tiempo en el metro en lugar de caminar o tomar un autobús corto significó que más contaminantes y suciedad se adhirieran a mi piel—asqueroso, lo sé.

Por supuesto, los habitantes de la ciudad saben bien que el aire exterior no es precisamente limpio, gracias a las emisiones de vehículos, sistemas de calefacción y obras de construcción. Para empeorar las cosas, un estudio de la Universidad de Cambridge descubrió que los niveles de contaminación son aún más altos en el transporte público, donde las partículas permanecen debido a la mala ventilación, especialmente en los andenes.

No tardé en notar que mi piel perdía su brillo y aparecían más poros obstruidos. Mi rápida rutina de limpieza ya no era suficiente—necesitaba una mejora. Habiendo escuchado todo el bombo sobre la doble limpieza, decidí probarla. ¿Qué tenía que perder?

### ¿Qué es la doble limpieza?
La doble limpieza consta de dos pasos: un limpiador a base de aceite seguido de uno a base de agua. El objetivo es eliminar completamente el maquillaje, el SPF y los contaminantes para evitar poros obstruidos e irritación.

La dermatóloga Dra. Beibei Du-Harpur explica: “La doble limpieza es esencial al usar productos resistentes como maquillaje de larga duración o a prueba de agua—la primera limpieza debe disolver eficazmente los aceites. Algunos limpiadores en gel y aguas micelares funcionan bien para esto. La segunda limpieza siempre debe ser suave e hidratante para no eliminar los aceites naturales de la piel y asegurar que no queden residuos.”

Un estudio de la Universidad de Sichuan descubrió que usar un limpiador es mucho más efectivo que solo agua. Tras un uso de un aceite desmaquillante, solo quedó un 5.8% de residuo, comparado con un 37% usando un limpiador normal para protector solar waterproof. ¿Y solo con agua? Un enorme 60% del residuo permaneció en la piel—definitivamente no es ideal.

Así fue mi experimento de dos semanas.

### Los resultados:
Semana uno
Como alguien con piel grasa, era escéptica sobre aplicar más aceite en mi rostro. Pero me sorprendió gratamente—mi maquillaje se desprendía sin esfuerzo, y el proceso se sentía extrañamente terapéutico. Usé el Elemis Pro-Collagen Black Cherry Cleansing Balm, que fue un placer aplicar, y apenas reduje la cantidad del bote después de una semana. Para mi segunda limpieza, alterné entre el Sarah Chapman Rapid Radiance Cleanser (en días de mucho maquillaje) y el Cetaphil Gentle Skin Cleanser.

Tras limpiar, apliqué dos cremas hidratantes: La Roche-Posay Effaclar Duo en zonas problemáticas (granos e imperfecciones) y Cetaphil Daily Hydrating Moisturizer en el resto. Dejé que todo se absorbiera durante 10-20 minutos antes de dormir.

Para el séptimo día, mi piel se sentía más suave y podía tratar granos internos con parches apenas aparecían. Mi tez seguía un poco apagada (y algunos poros obstruidos persistían), pero en general me sentía renovada y segura de haber eliminado la mayoría de los contaminantes.

Semana dos
Mantuve el mismo método pero cambié al Sunday Riley Aquamarine Melt Cleansing Gel-Balm como mi limpiador de aceite. Esta fórmula ligera fue igual de efectiva para eliminar maquillaje y suciedad sin sentirse pesada. Mi piel siguió mejorando—menos brotes, menos congestión y un aspecto más radiante.

Al final de las dos semanas, la doble limpieza se había vuelto imprescindible en mi rutina. Mi piel se sentía más limpia, lucía más saludable y era mucho menos propensa a congestionarse. Si lidias con la suciedad de la ciudad o mucho maquillaje, definitivamente vale la pena probarlo.

El producto viene con un práctico dispensador, haciéndolo súper fácil y motivador de usar tras un largo día o noche, cuando solo quieres meterte en la cama. Para mi rutina de doble limpieza, me quedé con Cetaphil—tanto el limpiador como la crema—y noté lo suave que se sentía mi piel con esta combinación. Para el final de la semana, mi rostro estaba notablemente más calmado y libre de los poros obstruidos que me molestaban dos semanas antes.

Algo que he notado es que mi piel ha estado más grasa durante el día—no ha causado brotes, pero a veces es bastante visible. Probablemente sea solo mi piel adaptándose a la nueva rutina, ¡y prefiero un rostro un poco más brillante que una barrera cutánea irritada!

### Reflexiones finales
Recomendaría la doble limpieza a cualquiera que use maquillaje o un SPF resistente a diario. La Dra. Du-Harpur coincide, diciendo que el método es muy efectivo para “eliminar cualquier cosa diseñada para adherirse a la piel”. Si no sueles maquillarte o pasas poco tiempo en una ciudad contaminada, una sola limpieza debería bastar. ¿Y la triple limpieza? No es necesaria en absoluto. Excederse puede dañar la barrera cutánea—como explica la experta, “al usar limpiadores con tensioactivos (que disuelven el aceite), arriesgas alterar ligeramente la barrera de la piel”. ¡Y entonces volverías al punto de partida—cuando lo único que queremos es una piel sana, radiante e hidratada!

Productos mencionados:
Elemis Pro-Collagen Cleansing Balm – $68 ($51 en Amazon)
Cetaphil Gentle Skin Cleanser – $18 (Amazon), $17 (Ulta), $14 (Target)
Cetaphil Daily Hydrating Lotion – $14 (Amazon)
Starface Hydro-Star Pimple Patches – $15 ($10 en Amazon)
La Roche-Posay Effaclar Mat Anti-Shine Face Moisturizer – $36 (Amazon)
Sunday Riley Aquamarine Melt Hydrating Gel-Balm Cleanser – $48 (Nordstrom)